ENTREVISTA lectora de tot
Escrita a cuatro voces y con continuos saltos temporales, “Morir quizá no sea lo peor” no es una de esas novelas que nos enganchan desde la primera página. Hay que transitar por el aparente caos del inicio en el que más de un lector se sentirá perdido. Pero es una sensación momentánea. Como esas figuras que se ocultan entre imágenes en 3D, poco a poco la trama se nos va revelando. Escrita con maestría y un admirable dominio del lenguaje, durante toda la narración flota algo inquietante, sexual, que atrapa al lector sin que lo perciba. Como casi siempre en la vida lo bueno se hace esperar.
CARLOS AUGUSTOS CASAS